Después de pasar días, quizá semanas, imponiendo la paz en Bajoterra, la pandilla se dirige a la caverna del centro comercial para relajarse, jugar y conseguir una bolsa nueva para Pronto. Nada más llegar, encuentran la caverna vacía y oyen ruidos extraños, que resultan ser los clásicos de las películas de terror cuando descubren que ¡el centro comercial está plagado de zombis!